El 19 de junio, diez días después de la cita electoral del día 9, en la Asamblea de IU del Distrito Latina nos hemos reunido para debatir sobre las Elecciones al Parlamento Europeo.

El resultado de estas elecciones pone de relieve que la dinámica de desgaste en la izquierda, si no cambia la situación (y hacemos mejor nuestra tarea), nos va acercando a una derrota de las fuerzas progresistas, y la llegada al poder de un gobierno de la derecha y la extrema derecha. Es una amenaza que debemos tomar muy en serio.
 
Las medidas tomadas por el gobierno de coalición no son capaces de detener el deterioro de las condiciones de vida de la clase trabajadora, golpeada por el incremento de los precios de todos los productos básicos, la vivienda y la energía. La conclusión práctica, sobre todo de los sectores más pobres de nuestra clase es que, gobierne quien gobierne, siguen atrapados en los mismos problemas. Y esa falta de esperanza se expresa, hoy por hoy, en una abstención enorme en los zonas de mayor composición de clase trabajadora con niveles de abstención en torno al 70%, exactamente lo contrario de lo que pasa en los barrios de rentas más altas.
 
El resultado de Sumar no nos ha sorprendido: es malo. El de Podemos también es malo, aunque su dirección crea que es una victoria. Hoy la izquierda transformadora en su conjunto es mucho más débil que hace 5 o 10 años. Lamentamos que el compañero Manu Pineda haya quedado fuera del Parlamento. El objetivo no era quién sacaba más votos, sino que hubiese una sola papeleta a la izquierda del PSOE capaz de aglutinar una alternativa potente, que devolviese la ilusión en que es posible cambiar las cosas. Ese es el fracaso de la dirección de Sumar y de la de Podemos, y ante la que IU tampoco ha sido capaz de dar una solución real. Nuestra organización ha optado por no agravar la división, lo cual la honra, pero no se ha podido evitar el enorme desencanto ante los métodos aplicados por la dirección de Sumar.

El equipo de Yolanda Díaz ha sido incapaz de construir la unidad con métodos integradores, basados en un programa común, métodos democráticos y respeto a la diversidad. Tampoco desde IU ha sido capaz de afrontar esta situación, ni desde la dirección Federal ni la Regional. 
 
Debemos aceptar que partimos de una posición de debilidad: no somos el centro de la izquierda transformadora, somos parte de ella. Fortalecer IU y construir unidad deben dejar de ser vistos como tareas contrapuestas. Fortalecer IU es tener capacidad de hacer propuesta política propia, priorizando la presentación pública de alternativas, explicando lo que debería hacer este gobierno si quiere estar a la altura de las necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares.

Y la unidad que queremos se tiene que construir desde abajo, en base a aquello que nos una en forma de programa, con métodos democráticos, libertad de crítica y firmemente unidos a los movimientos sociales. En esa dirección tenemos que trabajar, pues la tarea sigue pendiente y no hay otro camino. IU será fuerte si tiene alternativa y da ejemplo de los métodos que reclamamos, convirtiéndose en una pieza imprescindible para la unidad de la izquierda transformadora. Estos resultados nos empujan más que nunca a trabajar de forma unitaria en esta dirección. Pongamos manos a la obra.
 
Desde la Asamblea de IU Latina se ha estado trabajando para evitar  la división de las opciones a la izquierda del PSOE, tratando de fijar objetivos en lo cercano y, junto con compañeras y compañeros de Podemos y Más Madrid que han deseado participar, se ha transformado el “Grupo de Apoyo a Sumar”, que hizo una exitosa campaña en julio de 2023 para derrotar a la derecha en nuestro distrito, en “Latina en Acción”, donde se trabajan objetivos comunes de modo colaborativo.
 
El próximo curso es necesario mantener una línea de colaboración con otros partidos y entidades sociales y vecinales para mejorar lo cercano. El horizonte de elecciones en 2027 aún está lejos y es tiempo de tejer complicidades y alianzas entre todas. IU estará seguirá ahí con ese mismo espíritu unitario, respetuoso y defenderá sus alternativas.
 
Las dinámicas internas de IU favorecen este trabajo con la fuerza que da la nueva coordinación de la organización y la favorable acogida que ha tenido en el espacio a la izquierda del PSOE. Es un tiempo nuevo en el que debemos tener aprender de lo vivido para seguir construyendo una fuerza capaz de transformar nuestra sociedad.